Regresamos a Pisco, recogemos las maletas y nos vamos rumbo Ica. Allí cogemos un taxi que nos lleva a nuestro hotel, en el oasis de Huacachina.
Es precioso y el hotel muy majico. Contratamos una excursión para la tarde (ir en boogie por las dunas del desierto, hacer sandboarding y ver la puesta del sol en el desierto). Resulta que los boogies dichosos van a una velocidad de mil demonios y suben y bajan por dunas casi verticales. es muy divertido y emocionante, como tambien lo es tirarnos con las tablas de snow por las dunas, aunque todos nos tiramos largos en la tabla, y menos mal porque se coge una velocidad de la leche....
Llegamos al hotel que no nos cabía más arena en los bolsillos, calcetines, zapatillas, sujetador.... nos damos una ducha que nos sabe a gloria y bajamos a cenar típicos platos peruanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario