lunes, 22 de agosto de 2011

21 de Agosto. Chavín de Huantar

Hoy tenemos que dejar el hotel, pero el bus no sale hasta las diez de la noche así que para no perder el día vamos a hacer una excursión al complejo arqueológico de Chavín de Huantar. Llevamos las maletas a la estación de autobuses donde nos las guardarán todo el día y con unas mochilas pequeñas vamos al bus de la excursión.


Un tramo de carretera general y varios kilómetros de pista semiasfaltada después llegamos a la Laguna de Querococha, a 3960m. Es muy curiosa, al fondo se ve el nevado Pucaraju y en la ladera izquierda de la laguna una falla natural que curiosamente tiene la forma del mapa de Perú.



Seguimos camino adelante y subimos un puerto de algo más de 4500m. de altitud, pasamos un túnel y bajamos unos 2000m. por la otra ladera de la cordillera hasta llegar a Chavín.



Comemos una Pachamanca, plato típico andino asado con piedras rusientes en el suelo envuelto en hojas. Hay carne, patatas, camote y una pasta de maíz y verduras. No está mal, para una vez muy bien, pero vale.



En comer vamos a ver el complejo arqueológico y nos encanta. La verdad es que estamos teniendo mucha suerte con los guías, el de hoy también lo explica todo superbien y de forma muy interesante y entretenida. Nos hacemos muchas fotos y visitamos varias galerías subterráneas de piedra...












Nos acordamos mucho de la Fina y la Paquita. La una no habría ido por esa carretera (o se habría tirado en marcha) y la otra no habría entrado en las galerías subterráneas ni atada...















Se acaba la visita y nos pegamos otras tres horas y media en un "horribús", que es un microbus con los huecos en los asientos también "micro", además, la Esther, en un momento de inspiración, decide que los asientos para tener las mejores vistas son los primeros, detrás del conductor, yasí lo habría sido si no hubiera tenido una mampara horripilante que nos obliga a tener las piernas rígidas a noventa grados todo el camino (la ida + la vuelta = 7 horas), aemás, encima de las cabezas, a unos diez centímetros, un televisor de 14" muy cuco que nos casca en la cabeza cada vez que entramos y salimos.

Llegamos a Huaraz, y por si 7 horas de autocar eran pocas, nos arreamos 9 más hasta Lima (eso sí, el autobús hasta Lima es coche-cama y podemos dormir a ratos.

20 de Agosto. Laguna Parón

Nos levantamos, preparamos todo y salimos paseando hasta el paradero de movilidades, allí cogemos un combi con la seguridad de que no puede ser peor que ayer y salimos hacia Caraz. Hay unas cuantas nubes que tapan las cimas más altas (Huascarán, Huandois,...) pero por lo demás hace un día estupendo. Llegamos pronto, así que desayunamos en un lugar llamado Pollería Juli y, no es broma, me como los mejores huevos fritos en muuucho tiempo.

A la hora convenida vamos a la agencia y salimos. Al final somos 5, se apuntó anoche un Limeño y la agencia cambió el taxi por uno de seis plazas, más caro, pero al ser uno más se nos queda igual de precio.


Tras media hora de saltar y rebotar por un camino ancho pero con piedras y baches llegamos a una barrera del Parque Nacional, la pasamos y vemos a un tipo que va andando sólo, el taxista para, lo recoge y seguimos subiendo. El tío es un italiano que va a su bola, charlamos un poco con él y llegamos a la Laguna.


¡¡ Qué pasada !!, el agua es de un color turquesa increíble y las montañas que nos reodean son preciosas (Pirámide de Garcilaso, Chacraraju, Pisco, Artesonraju...). Los glaciares son enormes.

Las cimas se esconden caprichosamente entre las nubes, pero de vez en cuando se dejan ver y el conjunto con el lago es una pasada.


Cuando se hace la hora vamos al taxi y bajamos hacia el pueblo. De bajada hacemos varias paradas a hacer fotos curiosas, entre otras cosas vemos a un señor arando un campo con una yunta de bueyes y las gallinas más feas del mundo picotando el suelo al lado de varios tocinos de todos los colores...


Llegamos a Caraz, vamos al paradero, cogemos un combi (ahora nos aseguramos de ir en los asientos de al lado del conductor y que metan a mil pasajeros más si quieren) y salimos para Huaraz. Se cumple el pronóstico, nuevo récord del mundo: 24 personas se hacinan en la parte trasera (en total vamos 27). Nosotros vamos bastante bien, dentro de lo que cabe y llegamos sin novedad.

Comemos un sandwich en el hotel, damos una vuelta y a dormir.


Besos para todos.

19 de Agosto. Relax

Hoy nos levantamos aproximadamente cuando nos da la gana y nos preparamos una mochililla con toalla, bañador,... y nos vamos en un combi a un lugar de aguas termales, bueno, el combi nos deja en un pueblito llamado Marcará y de allí habría que ir en taxi, pero nos piden demasiado por 3 km por camino, así que decidimos ir paseando.
A mitad de camino nos para una camioneta (pic-up) y nos invita a subir, sin pensárnoslo trepamos a la parte trasera y en un momento nos deja en los baños. Cuando entramos vemos un montón enorme de gente haciendo filas para ingresar en las aguas, nos miramos y decidimos: ¡que les den por saco a las aguas éstas!. Volvemos a Marcará y volvemos a coger otro combi hasta Caraz.

De camino seguimos viendo montañas enormes, de más de 6000m. y cuando llegamos, después de hacernos unas fotos, vemos una agencia que promociona una excursión que no querían hacernos desde Huaraz. Ni cortos ni perezosos la cogemos para el día siguiente. Iremos en un taxi compartido con una pareja de Holandeses que precisamente buscaban alguien para abaratar costes.

Volvemos a Huaraz en un viaje horrible montados en un combi de 15 presuntas plazas, pero que a los 15 minutos de salir ( y 5 paradicas por la carretera ) somos ya 23 pasajeros, todos amontonados y con un solipandi en los cristales que hacen que sea algo inolvidable...
Pasamos la tarde tranquilos en la ciudad y prontico a dormir, que mañana tenemos que estar a las 9 en Caraz.

viernes, 19 de agosto de 2011

Felices fiestas


Nos acordamos mucho de vosotros...

18 de Agosto. Pastoruri

Nos levantamos un poco más tarde que ayer, desayunamos y a las 8 y media estamos listos para que nos recoja el bus. A las 9 llamamos por teléfono a la agencia y nos dicen que nos mandan un taxi para reunirnos con el resto del autobús, que ha habido un problema, pero que ya está solucionado. Llega el taxi, nos coge y nos lleva a donde está el bus, a una manzana de allí ( ¡¡Qué organización!!). Montamos y aún tenemos que esperar una hora entre que llegan los últimos, reposta el bus, nos cuentan, nos recuentan y nos requetecuentan por tercera vez. Qué paciencia...

Al rato de salir llegamos a un restaurante donde nos sacan unos mates de coca y nos toman nota (y nos cobran) lo que ya tenemos que saber que nos apetecerá comer cuando estemos de regreso, cojonudo. Salimos de allí y comenzamos a subir por un caminico de piedras hasta ingresar en el parque Nacional Huascarán. Descanso de 5 minutos y seguimos hasta una laguna natural de agua gasificada, que por misterio de la naturaleza, sale ya con gas y es potable, vamos, gaseosa. Nosotros no queremos saber nada de probarla por si acaso, pero un niño de unos 10 años se pone las botas. No le quitaremos ojo de encima a ver cuánto tardan en aparecer las diarreas... Seguimos unos kilómetros más y paramos a ver la Laguna de los 7 colores, (nosotros sólo vemos 3 ó 4, todos entre el azul y el verde, pero el efecto es precioso). Allí crecen también unas grandes plantas muy peculiares, que sólo existen en el Perú, La Puya Raimondi.
Nos hacemos un montón de fotos y continuamos viaje.

El bus nos deja a 4.000 m. de altitud y allí sigue un camino hasta el glaciar del pico Pastoruri. Hay dos opciones: todo el rato andando o un kilómetro a caballo y el resto andando, por probar otro medio de transporte nos animamos a probar con los caballos, todo un reto teniendo en cuenta el culo que llevamos de ayer... Muy divertido, los caballos nos acercan hasta el sendero casi vertical que durante más de una hora seguimos hasta llegar arriba (5.200 m. de altitud).
La falta de oxígeno se nota bastante, los últimos pasos son costosos, pero la alegría de estar allí y las vistas, compensan todo el esfuerzo. nos hacemos miles de fotos y empieza a nevar, nos hacemos más fotos y tiramos pa´bajo.

Cuando llegamos al bus, montamos, y de vuelta hacia Huaraz. Al perder altura, la nievecilla se convierte en calabobos, el mejor momento para pinchar una rueda del autobús. Nos piden a los varones que bajemos a mojarnos, ya que hay que quitar peso al bus y no se atreven a pedir a las chicas que se bajen también. Bajamos casi todos los chicos y tres chicas, entre ellas la Esther, para hacer de reportera gráfica. El único chico que ayuda en algo, y muy poco, por cierto, es el Javi.
Una vez cambiada la rueda, seguimos camino hasta el restaurante (hora de comer: las 6 y media de la tarde). En fin, nos comemos lo que nos ponen y seguimos hasta huaraz. Son las 7 y media y desde las 6 es de noche, llegamos al hotel y ya no llueve. ¡¡Qué contentos estamos!!, igual que cansados. Ahora a dormir y mañana día de relax...

Besos para todos...

17 de Agosto. Llanganuco en BTT


A las seis nos recoge nuestro guía de hoy (Javier) y nos acompaña hasta la agencia, cogemos las bicicletas ( los sillines son los más incómodos e inestables que hemos visto jamás y los frenos... frenar frenaban, pero iban muy duros...), vamos a un garage (corral con suelo de gravilla) donde los minibuses entran de culo y tras cargar las cosas en la baca se van y entran otros. A la media hora llega el nuestro, cargamos las bicis y salimos. Los primeros 20 minutos de viaje nos son amenizados por un vendedor ambulante que con todo el morro nos ofrece un ungüento milagroso, que, para sorpresa nuestra, la mitad del autobús lo compra. El autobús era para verlo, cutre, cutre, los asientos se desmontaban en cada bache y la tapicería... mejor lo dejamos. Éramos los únicos turistas del Bus y al principio nos miran con curiosidad, pero luego ya pasan de todo. Después de una hora de carretera y dos horas de traquetear por un camino de piedras, llegamos a la impresionante laguna de Llanganuco, a 3.900m, a nosotros nos dejan un poco más arriba, en un lugar llamado Portachuelo. Desde allí se ven las dos lagunas de Llanganuco y el Huascarán. Salimos con las bicis y después de una pequeña subida (que a 4.000 m. se hace penosa) llegamos a un mirador donde Javier nos toma unas fotos y bajamos hasta las lagunas de un verde azulado impresionante. descansamos para tomar unas fotos y comenzamos el descenso. Al principio vamos por una senda muy verde, llena de árboles y plantas. Al poco llegamos a una enorme roca enmedio del camino.

Es una de las rocas que se desprendió del Huascarán en el terremoto de 1970 (una enorme avalancha de lodo, hielo, nieve y rocas sepultó el pueblo de Yungay causando 70.000 víctimas). Continuamos bajando por unos sitios preciosos hasta coger la pista principal y tras 3 horas de frenar sin parar llegamos al nuevo pueblo de Yungay con las manos destrozadas de tanto frenar ( y del manillar que era una m... ). Vemos un poco el pueblo, nos tomamos algo fresquico y bajamos a la estación de buses, que realmente son furgonetas con 12 asientos (pero llegan a meter 15 personas), a esperar que llegue uno con baca para las bicis. Llega uno, pero al ver que somos turistas nos quiere cobrar más por las bicis y el guía le manda a paseo, así que esperamos que llegue otro con baca. Llegan tres sin parrilla y el cuarto otra vez nos quiere cobrar de más y otra vez es mandado a paseo. Pasan 8 más sin baca y ya anochece, cuando nos planteamos montarnos en el siguiente y dejar allí al guía con las tres bicis y que se la casque, por espabilao. El siguiente que llega tampoco tiene portaequipajes, pero va medio vacío y el chiflao del guía le convence de desmontar los asientos traseros para meter las bicis. El viaje merecería otra entrada aparte sólo para describir cómo conducen y la gente peculiar que subió, por no hablar de la musiquica que ponían en la radio... Muy entretenido. Llegamos a Huaraz, dejamos las bicis y al guía y en cenar a dormir, que no podemos mover un músculo del cuerpo, por no hablar del terrible dolor de culo que nos han dejado los magníficos sillines.

16 agosto. Huaraz

Nada más llegar a Huaraz nos vamos al hotel que teníamos reservado, en teoría a partir de las doce del mediodía, pero como tenían la habitación lista ya, sin ningún problema nos dejan entrar ya. Durante el viaje casi no hemos descansado, así que ahora nos echamos una pequeña siesta hasta las 9 y media de la mañana. Salimos en busca de agencias de excursiones que hagan lo que nos apetece, la encontramos a la tercera. Contratamos para mañana un tour en bicicleta de montaña y depende de lo que nos cansemos dejamos dos excursiones más en pre-reserva.
Damos un paseo por la ciudad y las vistas son impresionantes. El Huascarán, montaña más alta de Perú, con 6.768m. está siempre presente. También se ven muchas otras montañas, todas completamente blancas, con muchísima nieve...
Pasamos el día paseando y viendo cosas por la ciudad, y nos vamos pronto a dormir, que mañana...