viernes, 5 de agosto de 2011

De Ica a Nazca

Tras no pocos avatares, llegamos a Nazca sobre las 12 h del mediodía, cogemos un taxi que nos lleva hasta el mirador de las lineas de Nazca, desde este mirador se pueden ver 2 figuras, las manos (foto) y el árbol, no quisimos coger la avioneta por que nos daba un poco de miedo las piruetas que hacen para que puedas ver las figuras. Aún nos duelen todos los huesos del cuerpo de tanto barquito, tanto cochecito del desierto, tanto tirarnos por las dunas punta cabeza...

Nos conformamos de sobra con el mirador y con comprar una piedra, para nuestra colección de piedras de belén, y volvemos a Nazca, a ver más cosas.

Comemos en un restaurante típico en la misma plaza de armas, la comida exquisita, nos damos otra vuelta para continuar viendo la ciudad y hacer tiempo hasta que salga nuestro autobus a las 22 horas. Nos da tiempo a todo. Comprar algún recuerdo, tomarnos una Inca kola y una Chicha morada, (La inca kola es como si a una coca cola, le duplicases la cantidad de gas y le cambiaras el sabor por el del chicle ese que salía dentro de los chupachups de cola y al final un regusto como a peta zeta, bueno, muy rara, pero está buena. La chicha morada es como un zumo que sale del maíz aunque no podemos imaginarnos cómo, pero también está bueno, sobretodo si está fresquica). Se nota que estamos en el desierto ya que por el día ha hecho un calor horrible y ha sido irse el sol y bajar las temperaturas un montón.
Al final acabamos pasando la última hora en la sala de espera de los autobuses, viendo la misma película que habíamos visto el día de antes en otro autobús, como si no hubiera películas en el mundo...

Dicho y hecho, nada más subir al bus, nos ponen otra peli que ya nos pusieron en otro bus antes de ayer, y encima era mala... ideal para dormir. Menos la Esther, que medio no ha pegado ojo en toda la noche...

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